Posted on domingo, 24 de abril de 2011
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Quizá así fijada las lluvias del invierno inunden la barca y encajen las maderas para usarla en el verano, con el lógico retoque de pintura. Supongo que no tendrá remos y que se moverá a impulso de una pértica, porque la profundidad es mínima.
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